ZANGJIAKOU: Un periodista sueco que fue trasladado rápidamente al aislamiento en ambulancia en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing encontró una manera de seguir trabajando, escribiendo un diario de su tiempo en cuarentena china para su periódico.
Philip Gadd dio positivo por COVID-19 después de aterrizar en Beijing el miércoles (2 de febrero) para cubrir los Juegos Olímpicos de Invierno y rápidamente se vio aislado del resto del mundo en un hotel de cuarentena designado.
Las primeras columnas de Gadd para el periódico Expressen, donde trabaja como reportero y presentador de televisión web, cubrieron sus experiencias como «hombres del espacio» -funcionarios vestidos de pies a cabeza con equipo de protección personal (EPP)- que lo transportaban a las instalaciones, lejos de los atletas persiguiendo el oro y los medios cubriéndolos.
Gadd estaba equipado para el viaje con su propio equipo de protección personal, completo con máscara, visera, guantes y un traje blanco de una pieza que lo cubría de pies a cabeza.
«Fue una experiencia realmente aterradora y se sentía como… no se sentía real. Se sentía como si estuviera en una película, una película de ciencia ficción o algo así», dijo a Reuters en una entrevista de Zoom desde su hotel de cuarentena.
«Fue realmente difícil entender que me pasó todo. Estaba muy lejos de casa. Soy de Suecia, así que viajé hasta China y estaba solo, sin nadie con quien hablar, en un ambulancia.»
Los periodistas que cubren los juegos están sujetos a pruebas diarias de COVID-19, obligados a usar máscaras y están separados por barreras metálicas de los atletas que entrevistan en zonas mixtas.
Gadd dio negativo el sábado y ahora está esperando un segundo resultado negativo para poder unirse a sus colegas y cubrir los eventos a campo traviesa como estaba previsto.
Dijo que Internet era bueno en el hotel, por lo que había podido ayudar a sus colegas de forma remota.
Muchos deportistas en cuarentena se han quejado por la falta de alimentos pero Gadd dijo que eso no había sido un problema. Lo que más extrañaba, aparte de sus amigos, familia y novia, era la libertad de tomar sus propias decisiones.
«Creo que lo primero que haré cuando salga aquí es conseguir un menú en algún lugar de un restaurante y elegir algo que quiero tener. Eso es lo que más extraño», dijo.